La historia de la difícil convivencia de estos jóvenes náufragos está salpicada de multitud de detalles que muestran la importancia fundamental de ese aprendizaje y esos valores que el hombre ha acumulado durante siglos y que transmite de una generación a otra mediante la educación.
Frente a otras visiones más ingenuas sobre la bondad de los niños, Golding muestra la maldad que anida en el corazón humano, y apunta que la única posibilidad de rescate del hombre ha de venirle desde fuera. Sin ayuda, sin formación, el hombre se encuentra muy indefenso ante el empuje de sus malas tendencias. Es cierto que busca por naturaleza el bien, pero también es cierto que esa naturaleza está herida y que necesita muchos cuidados para funcionar correctamente.
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