Para muchos críticos se trata de uno de los mejores libros jamás escrito. A través de este clásico, Herman Melville logra convertir la historia de la caza de un cachalote en toda una metáfora sobre la condición humana y sus conflictos. Moby Dick, la novela que William Faulkner hubiera querido escribir, va siempre acompañada del reconocimiento y el elogio que merece toda construcción narrativa impecable.
La lucha del capitán Ahab, su terrible obsesión y la mítica persecución de la enorme ballena ha traspasado fronteras, consiguiendo así la indiscutible categoría de obra maestra de la literatura universal. Se trata de un libro largo y, a ratos pesado de leer, pero hay que reconocer que su grandeza es sobrecogedora y quita el aliento, como una montaña tibetana que no estamos seguros de poder conquistar sin que perezcan sepultados la mitad de los sherpas.
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