miércoles, 8 de agosto de 2018

Homero, Ilíada


Alessandro Baricco tuvo el atrevimiento de reescribir el más clásico de los clásicos con un lenguaje actual y ameno, una arriesgada apuesta que puso al alcance de todo género de lectores esta obra monumental convertida en un  libro breve y ameno.

El resultado no pudo quedarle mejor. En primer lugar, se eliminó el rastro de los dioses que no paraban de aparecer y de interactuar con los personajes de una forma completamente innecasaria. Luego, el autor se deshizo de arcaismos y jerga filosófica para darle mayor agilidad al texto. En tercer lugar, la acción es contada en primera persona por los mismos protagonistas, 21 de ellos nada menos, entre los que se encuentran Ulises, Héctor, o Aquiles. Y por último, añadió anotaciones al texto, pero muy pocas y destacándolas en cursiva (como restauraciones declaradas sobre una fachada gótica, según el autor)

Juego, set y partido. La adaptación, lejos de ser pretenciosa, se convierte en un coqueto y respetuoso resumen de los últimos días de Troya, de la escaramuza final entre aqueos y troyanos. Sin artificios, dioses, discursos infumables, palabros indigestos y demás pedruscos en el camino, “Homero, Ilíada”, es un perfecto y sentido homenaje a uno de los símbolos donde hunde sus raíces nuestra cultura. Personalmente, y como licenciado en Historia que soy, recomiendo este libro a aquéllos (muchos) que han intentado leer el original de Homero y que, como yo hasta ahora, no lo consiguieron. Gracias Alessandro.

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