José Pedro Manglano, fundador del movimiento HAKUNA, que tanto éxito está teniendo recientemente en España, nos presenta en este libro su "ideario" resumido en diez propuestas. Así comienza el libro:
"¡Somos libres! Jesucristo nos ha liberado. Nos ha conseguido la Vida. Ahora es preciso caminar. Nos ha dicho que él mismo es el camino. En estas páginas proponemos diez directrices, diez señales, diez maneras que nos ayuden a dar pasos caminando siempre en él."
No se trata de diez cosas que hacer. Es abierto. No nos dice tanto dónde poner el pie como por dónde va el camino. Cada uno sabrá cuál es el momento de incorporar estos puntos del decálogo, y de qué manera hacerlo, según las necesidades de su alma. En la medida en que recorra el camino, deseará enriquecer y renovar la manera de vivirlo. Es un decálogo siempre vivo, como viva es toda relación de amor. Los diez puntos no son más que una propuesta, nada original, arraigada en lo que hemos vivido desde hace mucho tiempo en esta familia de la Iglesia. Quienes tenemos conciencia de haber sido liberados por Cristo queremos seguirle, deseamos mantener la paz y la alegría de sabernos abrazados por él: el decálogo para liberados quiere ser una ayuda para los salvados que quieren permanecer con su Salvador. Estos son los puntos del decálogo:
1. Sonreír cada día a todas las personas con las que me cruce, mirar a los ojos a quien trate.
2. Dedicar con frecuencia tiempo y corazón a los que sufren.
3. Comenzar cada día con un momento de oración en el que agradecer el don de la vida, y ofrecerme a Cristo para que viva y actúe entre los hombres ese día sirviéndose de mi persona. Y rezar todos los días todos por todos.
4.Cuidar un sagrario: escoger uno, el que se quiera, y de alguna manera hacerme cargo de que ese sagrario reciba cuidados y cariño.
5. Participar de las horas santas y fomentarlas allí donde me encuentre.
6. Habitualmente estar leyendo un libro que me forme como cristiano.
7. Si es posible, participar en un grupo de formación o revolcadero, y leer cada día el evangelio del día, meditándolo. En el trabajo, fiestas y espacios de diversión, abrir los ojos a quienes están sedientos de amor, y ofrecerme a Cristo para ser manantial de agua pura. Prohibido no disfrutar de seguir a Cristo, especialmente en las fiestas y espacios de diversión.
8. Buscar una persona que me acompañe espiritualmente.
9. Disfrutar de la vida de Cristo y crecer en ella, participando de la vida de los sacramentos de la confesión y la eucaristía de manera frecuente.
10. Cuidar a María, madre de Hakuna, y acabar el día con un piropo, oración o canción a la Virgen María.
Quiero advertir -dice el autor- que este decálogo nace de lo que hemos vivido en Hakuna. Por supuesto, no es exclusivo. Es una propuesta para cualquier cristiano, aunque en Hakuna es la que nosotros hemos elegido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario