Esta novela de Jean Auel se basa en la hipótesis de la convivencia o coincidencia geográfica entre neandertales y cromañones.
En la última fase de la Era Glacial un terremoto deja a la pequeña Ayla, de cinco años, aislada de su tribu. Afortunadamente encuentra refugio entre los miembros del clan, un grupo de neandertales.
Valiente e indomable, la joven infunde al principio sorpresa, luego cautela, hasta que, por fin, es aceptada. Sobre todo, por Iza, la curandera y Creb, el hechicero, que cuidan de ella. El futuro líder del clan, Broud, es el único que sigue mirándola con recelo, y hará todo lo posible para destruirla. Pero Ayla está protegida por el totém del León Cavernario, un espíritu fuerte que la escogió por ser una superviviente.
La autora expone una curiosa manera de entender la sexualidad entre los neandertales: pura manifestación de dominio de los hombres sobre las mujeres, en la que late una clara reivindicación feminista basada en conductas que en realidad desconocemos. las escenas que tienen que ver con esto son demasiado naturalistas.